Hay diversas formas de crear nuestra propia historia. Al igual que el modificar una historia que tanto nos gusta, pero dependerá de nuestra forma de ser para que tome un rumbo más realista o más complejo.
Dar sentido a lo que estamos leyendo depende de lo que queramos interpretar. Si creemos en la ilusión y en el sueño, esa visión será más infantil. Por otro lado, si lo que dibujamos en nuestra cabeza es semejante a lo que vivimos, o interpretamos los diversos símbolos que nacen del cuento, tendremos unas ideas maduras.
Pero esas ideas surjen del estado que tengamos en ese momento.
Se realizó un taller donde cada uno elegía la historia que más creía en ese momento, cambiando frases que decía el cuento por otras que se podían elegir, o inventadas.
Es una tarea muy original para poder trabajar con niños o adolescentes, pero eso sí, siempre cuidando el lenguaje que usemos en las frases y dando un sentido lógico a lo que hacemos.
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